La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) ha revelado en su más reciente informe que el sistema financiero boliviano ha experimentado un incremento del 13,8% en depósitos, créditos y utilidades durante los primeros meses del año en curso, marcando así un período de estabilidad y crecimiento en comparación con el mismo período del año anterior.
Según los datos proporcionados por ASFI, entre enero y abril de 2024, los depósitos alcanzaron la cifra de Bs220.114 millone. Este crecimiento se ve reflejado principalmente en los depósitos a plazo fijo, los cuales totalizaron Bs108.012 millones, con una participación del 49,1% en el total.
Uno de los aspectos más destacados de este incremento en depósitos es la apertura de 1,9 millones de nuevas cuentas de depósito, elevando el número total de cuentas a 15,4 millones, la cifra más alta registrada históricamente. Este hecho subraya la confianza de la población en el sistema financiero nacional y en la economía del país.
En cuanto a la distribución regional de los depósitos, el departamento de La Paz lidera con un 53,7% del total, seguido por Santa Cruz con un 27,1% y Cochabamba con un 10,8%.
Por otro lado, la cartera de créditos también experimentó un crecimiento significativo, alcanzando los Bs214.701 millones, lo que representa un aumento del 7,8% en comparación con el año anterior. Los créditos se distribuyen en diversas categorías, destacando el microcrédito con un 31,4% del total, seguido por la cartera de vivienda con un 26,2%.
Santa Cruz emerge como el departamento líder en la otorgación de créditos, con Bs85.153 millones, lo que equivale al 39,7% del total.
Es importante destacar que, a pesar de este crecimiento, el índice de morosidad se mantuvo en un nivel bajo del 3,4%, por debajo del promedio regional del 3,6%. Este logro es aún más notable considerando los estrictos criterios de cómputo de la mora en Bolivia, que incluyen saldos con retrasos mayores a 30 días, mientras que internacionalmente se consideran retrasos de 90 días.
Entre los factores que contribuyeron al leve incremento en la mora se mencionan el impacto rezagado de la pandemia, los conflictos sociales registrados en algunos departamentos y los efectos del contexto internacional, como la guerra entre Rusia y Ucrania y el cierre de fronteras con Perú.
En términos de solidez financiera, las entidades financieras cuentan con activos líquidos que superan los Bs70.395 millones, lo que se traduce en un ratio de liquidez del 65%. Además, las utilidades alcanzaron los Bs530 millones, un aumento del 16% en comparación con el mismo período del año anterior.
Ante este panorama positivo, ASFI ha instruido a las entidades financieras reinvertir el 50% de las utilidades para fortalecer su base patrimonial y expandir sus operaciones. El patrimonio de estas entidades llegó a Bs24.385 millones, con un Coeficiente de Adecuación Patrimonial del 13,9%, superior al mínimo exigido por la ley.
En resumen, los datos presentados por ASFI reflejan la buena situación del sistema financiero boliviano, destacando su solidez, solvencia e inclusividad, resultado de un eficiente trabajo de regulación, control y supervisión por parte de las autoridades pertinentes.