Infobae.- Más de 600 efectivos policiales se desplegaron el miércoles en las comunas de Iquique, Alto Hospicio, Pica y Pozo Almonte, en la región de Tarapacá (1.800 kms al norte de Santiago), en el marco de la llamada “Operación Caserío”, que desarticuló a una banda criminal dedicada a robar camionetas mineras y otros vehículos de alta gama, para luego intercambiarlos por droga y armas en Bolivia.
En total se realizaron allanamientos en 70 domicilios, logrando la detención de 38 individuos, tanto chilenos como extranjeros. Además, se incautaron 13 pistolas, 4 fusiles y una escopeta, munición de diversos calibres – incluso de guerra – 13 vehículos, clorhidrato de cocaína, cocaína base y marihuana.
En Pozo Almonte, incluso, el operativo incluyó el uso de una retroexcavadora y perros entrenados para detectar cadáveres y drogas, pues son varios los homicidios sin resolver en la región que podrían estar conectados a esta organización.
La investigación comenzó en noviembre del año 2022 y según los antecedentes recopilados, la organización delictual utilizaba principalmente ciudadanos venezolanos irregulares para la venta y custodia de droga y el robo de las camionetas.
El fiscal nacional, Ángel Valencia, señaló en un punto de prensa que “vamos a continuar realizando megaoperativos en distintos lugares del país para devolver la tranquilidad a la ciudadanía, a las comunidad. Estamos en Cerrillos, en Cerro Chuño, en Antofagasta y ahora en Pozo Almonte. No solo estaremos en las capitales regionales, sino que en todas las comunidades que se están viendo asoladas por el crimen organizado”.
El persecutor agregó que la estructura criminal mantenía un fuerte “control territorial”, aterrando a las comunidades en las que plantaban su bandera.
La banda operaba al menos desde 2021 y poseía una estructura compleja, pues abastecían a otros dos grupos criminales de la zona. Su líder, detenido en el operativo, intercambiaba en el límite fronterizo con Bolivia los vehículos por droga, la que posteriormente era distribuida en toda la región de Tarapacá.
“En atención a distintas diligencias de investigación como intervenciones telefónicas, agentes encubiertos y otras que es mejor no mencionar por ahora, se logró determinar la responsabilidad en el tráfico ilícito de drogas y acreditar que estamos en presencia de una asociación ilícita para cometer ese delito y en presencia de tenencia y porte de distintas armas que se lograron incautar”, apuntó la fiscal de Tarapacá Trinidad Steinart.
Los detenidos serán formalizados por los delitos de asociación ilícita, tráfico de migrantes, tráfico y microtráfico de drogas, robo y receptación de vehículos y tráfico de armas. Además, la investigación apunta a que también se configuraría el delito de explotación sexual.
“Este un proceso investigativo exitoso, relacionado con una estructura criminal conformada por chilenos y extranjeros que de un tiempo a la fecha estaba operando y generando temor en la ciudadanía. Ayer se abordó con la dirección de la Fiscalía, ministerio Público y los equipos territoriales de microtráfico, además de un trabajo multidisciplinario para lograr establecer un trabajo de campo, verificando pruebas, vinculaciones, conexiones, levantando evidencias sobre el acopio de drogas y armas de esta estructura criminal”, subrayó Eduardo Cerna, director general de la Policía de Investigaciones.
La ministra del Interior y Seguridad Publica, Carolina Tohá, aseguró que “este es un caso con alcance nacional por el tipo de banda que se está golpeando en esta oportunidad. Es una que actúa en un territorio, pero genera intimidación más allá del territorio donde actúa. Y los efectos de sus delitos trascienden las fronteras de la región”.
Finalmente, la ministra recalcó la importancia de desarticular bandas trasnacionales de este tipo, no solo porque dentro de los detenidos hay personas extranjeras, sino porque varios de estos delitos se cometían en otro país.