Infobae.- El Gobierno del estado de Rio Grande do Sul, el más golpeado por los temporales que azotan el sur de Brasil, evaluó en 18.839 millones de reales (unos 3.663 millones de dólares) la afectación que dejaron las inundaciones de la última semana.
El balance de necesidades preliminar, presentado por el gobernador Eduardo Leite, incluye las necesidades financieras para la respuesta de emergencia y asistencia a las víctimas, así como para la recuperación y reconstrucción de infraestructuras y apoyo a la economía local.
Entre otros capítulos, se ha calculado que será necesario invertir 4.971 millones de reales (cerca de 966 millones de dólares) en la recuperación de viviendas y destinar 2.642 millones de reales (513 millones de dólares) para escuelas.
En recuperación de carreteras y vías urbanas, las necesidades son de 2.848 millones de reales (unos 553 millones de dólares) y para la reconstrucción de puentes, 3.609 millones de reales (o 701 millones de dólares al cambio).
Asimismo, se prevé destinar 1.012 millones de reales (197 millones de dólares aproximadamente) al apoyo a las empresas y otros 368 millones de reales (71 millones de dólares) a la agricultura, uno de los sectores más pujantes de esta región, un importante productor de arroz, soja y maíz.
El Gobierno regional también anunció la apertura de una línea de crédito de 7.000 millones de reales (unos 1.360 millones de dólares) con tipos de interés bajos para apoyar a las empresas y a los autónomos.
De forma paralela, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este jueves un paquete de ayudas de 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares) para ayudar al estado de Rio Grande do Sul.
Esas ayudas incluyen subsidios directos, créditos y descuentos tributarios y suponen tan solo el primer paquete previsto para contribuir a la reconstrucción de la región.
Las inundaciones y deslizamientos de tierra han afectado a cerca de 425 municipios en Rio Grande do Sul, alcanzando directamente a 1,5 millones de personas y, por el momento, han dejado 108 fallecidos y cerca de 130 desaparecidos.
Según el último balance oficial, 232.675 personas permanecen desplazadas de sus hogares, entre ellas 65.573 que están refugiadas en albergues.
La situación más preocupante ocurre en la zona metropolitana de Porto Alegre, donde hay ciudades y barrios enteros bajo las aguas desde el pasado viernes, y hay problemas de abastecimiento de agua y cortes de electricidad.
Se esperan nuevas lluvias
Los principales responsables de los institutos meteorológicos y geológicos del país se reunieron este jueves para analizar los riesgos de que el nuevo frente frío, que llega a Rio Grande do Sul este viernes, debería traer al estado ya castigado por las tormentas desde la semana pasada.
Un escrito, difundido por el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) y otros centros del país, confirmó el pronóstico de que, a partir de este viernes, el sistema frontal se estacionará sobre la región central del estado, generando condiciones para que se agrave la actual situación de inundaciones.
“Entre el viernes y el lunes, las lluvias serán más intensas en el centro-este y noreste del estado, incluida la región metropolitana de la capital, Porto Alegre. Las lluvias durante este período podrían exceder los 150 mm, condición que podría empeorar aún más la situación en el estado”, indicó el texto.
Y siguió: “En los próximos días, este frente frío y la posterior entrada de una masa de aire frío y seco provocarán un descenso de las temperaturas y posibilidad de lluvias la próxima semana”.
Otra advertencia del documento está relacionada con deslizamientos de tierra, especialmente en zonas ya afectadas por las tormentas de la semana pasada. “La probabilidad de que se produzcan movimientos masivos en las mesorregiones centro-oriental y occidental de Rio Grande do Sul, además de la región metropolitana de Porto Alegre y el noreste de Rio Grande do Sul, donde se ubica la Serra Gaúcha, se considera alta debido a las altas acumulaciones registradas durante la última semana, que incrementaron significativamente la humedad del suelo, intensificaron los procesos de erosión y provocaron varios deslizamientos de tierra”, remarcó el escrito.