Europa Press.- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y dos de los principales representantes del ultranacionalismo en su gobierno, los ministros Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotritch, han condenado al unísono la posibilidad de que Estados Unidos sancione, en un acto sin precedentes, al batallón ultraortodoxo de las Fuerzas de Defensa de Israel por posibles crímenes contra los Derechos Humanos en Cisjordania.
El revuelo comenzó el sábado en tarde cuando el portal estadounidense de noticias Axios publicó, basándose en la información proporcionada por tres fuentes norteamericanas próximas a la situación, que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, podría anunciar “en cuestión de días” sanciones contra el Netzah Yehuda.
De ser anunciadas, estas sanciones impedirían a los miembros de este batallón recibir ayuda militar o entrenamiento del Ejército estadounidense en lo que se trataría de la primera aplicación de la ley impulsada en 1997 por el entonces senador Patrick Leahy.
El jueves pasado, el portal estadounidense ProPublica informaba que un grupo de expertos del Departamento de Estado recomendó a Blinken que desautorizada a múltiples unidades de las fuerzas de seguridad israelíes por crímenes contra los Derechos Humanos en Cisjordania.
Si bien otras unidades no serán sancionadas al haber exhibido cambios en su comportamiento, Blinken tiene señalados a los ultraortodoxos por fomentar la ola de violencia contra las poblaciones de palestinos en Cisjordania antes del estallido de la guerra con Hamás, el 7 de octubre.
Esta unidad es una excepción a la ley que exime a los ultraortodoxos de presentarse a filas y está formada en gran parte por jóvenes extremistas, rechazados por su violencia en el resto de unidades militares, y lleva siendo investigada por EEUU desde 2022 por posibles actos de torturas y asesinatos extrajudiciales.
“El colmo del absurdo”
El primer ministro Netanyahu ha saltado a redes sociales para denunciar que semejante decisión constituiría el “colmo del absurdo” y ha avisado a Estados Unidos de que “el Ejército de Israel no puede ser objeto de sanciones”.
Para Ben Gvir, esta posibilidad constituye una “línea roja” y espera del ministro de Defensa israeli, Yoav Gallant, que no se someta “a los dictados de Estados Unidos” y “respalde por completo a los miembros de este batallón”.
“Si eso no ocurre, tengo la intención de absorber a este batallón dentro de la Policía Nacional y del Ministerio de Seguridad Nacional” que el propio Ben Gvir dirige.