Agencias.- La ciudad de Nueva York experimenta numerosos pequeños terremotos cada año, según los expertos. Normalmente, la gente no los siente. Pero el que ha sacudido este viernes la Gran Manzana ha hecho temblar durante unos segundos el suelo y los edificios en varios condados de la ciudad, especialmente en Brooklyn y Manhattan, incluida la sede de la ONU, donde se celebraba un Consejo de Seguridad sobre la guerra de Gaza. El seísmo, con epicentro en Lebanon, en el vecino estado de Nueva Jersey, ha tenido una magnitud de 4,8, casi tres veces la del último registrado, en enero pasado, de 1,7 y con epicentro en Queens (Nueva York).
El temblor ha sacudido edificios en toda la región de Nueva York poco después de las 10.20 de la mañana, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en sus siglas inglesas). El organismo confirmó que el epicentro se situó en Lebanon, a unos 80 kilómetros al oeste de Manhattan, aunque su impacto se ha sentido en varias ciudades de la costa este, desde Filadelfia hasta Boston. El epicentro se localizó a sólo siete kilómetros al noreste de la estación Whitehouse de Readington, en Nueva Jersey, de ahí que el Centro Estatal de Operaciones de Emergencia del estado vecino de Nueva York fuera activado de inmediato para coordinar las operaciones de respuesta y recuperación, anunció el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy.
Varios aeropuertos de la costa este suspendieron el tráfico aéreo inmediatamente. El Departamento de Policía de Nueva York dijo no tener informes inmediatos de daños, pero se oían sirenas por toda la ciudad, además del incesante rotor de los helicópteros. Según la información oficial del USGS, “hay baja probabilidad de víctimas o daños”. Casi media hora después, sonaron alertas en los teléfonos inteligentes, aconsejando a los residentes, poco acostumbrados a este tipo de emergencias, que permanecieran en sus casas. Ya era tarde para los miles de vecinos de Manhattan y Brooklyn que habían salido a la calle para averiguar qué estaba pasando.
“El temblor sentido en toda la comunidad en los últimos 15 minutos parece ser un terremoto”, declaró la policía de South Brunswick en una alerta. “No tenemos informes de daños o lesiones”. No obstante, mediante una alerta de emergencia enviada a los móviles media hora después, se pedía a los ciudadanos que permanecieran en el interior de los edificios y que llamasen al 911 en caso de daños personales. La alerta iba acompañada del manual de instrucciones del USGS para minimizar los riesgos personales en una situación semejante: no salir a la calle, mantenerse lejos de ventanas, chimeneas y la cocina. Dejar de conducir y dirigirse a una zona abierta, lejos de edificios y tendidos eléctricos, si uno se encuentra en el exterior cuando sucede el temblor.
Mediante una publicación en las redes sociales, un portavoz del alcalde, Eric Adams, instó a los neoyorquinos a estar preparados para una réplica, con los siguientes consejos: “En caso de réplica, tírate al suelo, cúbrete la cabeza y el cuello, y ponte a cubierto adicionalmente bajo un mueble sólido, junto a una pared interior o en una puerta”.
Transmitido en directo por las cámaras de la ONU, el temblor provocó una breve interrupción del Consejo de Seguridad de la ONU, reunido para analizar la situación humanitaria en la Franja. “Estás haciendo que tiemble el piso”, dijo entre risas el embajador palestino a la directora de Save The Children que intervenía en ese momento para denunciar la catástrofe humanitaria. La cuenta oficial del emblemático Empire State Building, uno de los miradores de la ciudad, publicó en X (antes Twitter) un escueto pero revelador mensaje: “Estoy bien”.
Puede que la ciudad de Nueva York no sea conocida por su actividad sísmica, pero no es un fenómeno aislado. La magnitud del temblor de este viernes no se considera grave, pero el impacto depende no sólo del epicentro, sino de la profundidad del mismo. Los terremotos suelen empezar a una profundidad de entre 3,5 y 12,5 kilómetros bajo tierra y el registrado el pasado 2 de enero en Queens se originó a unos cinco kilómetros de profundidad. Según un estudio realizado en 2008, en la zona se produce un terremoto de magnitud 5 aproximadamente una vez por siglo, y uno de magnitud 7 cada 3.400 años.