DW.- Una revuelta de presos se registró este miércoles en una cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquil, de donde se fugó en enero el temido líder de una de las mayores bandas criminales del país. Las autoridades informaron que retomaron el control de la prisión en las últimas horas del miércoles.
Periodistas de la AFP evidenciaron disparos y fuego al interior de la prisión Regional, de la que escapó Adolfo ‘Fito’ Macías, líder de la organización Los Choneros. Su fuga desató una guerra entre las bandas narco y el Estado, que dejó decenas de muertos a comienzos de año y llevó al gobierno a militarizar las cárceles y calles.
“Hemos retomado el control del Centro de Rehabilitación Social 4. Agradezco la valentía del bloque de seguridad que, en un operativo profesional, urgente y de gran escala desplegado por las fuerzas del orden, neutralizaron la revuelta antes de una posible escalada”, indicó el presidente Daniel Noboa en la red X.
Pese a que las autoridades no han reportado muertos ni heridos, la plataforma ciudadana SOScárceles, que promueve los derechos humanos y la paz en las penitenciarías, difundió en X imágenes de un preso aparentemente muerto en el amotinamiento.
Primer motín en gobierno de Noboa
Las cárceles ecuatorianas son centro de operaciones y campo de batalla de numerosas bandas narcotraficantes vinculadas a carteles internacionales. Aunque las revueltas de presos son comunes, esta es la primera que enfrenta Noboa desde que asumió el poder, en noviembre.
El amotinamiento se desató en uno de los cuatro reclusorios que hacen parte de un gran complejo penitenciario de Guayaquil, escenario de matanzas entre reos, que dejan más de 460 muertos desde 2021 por choques entre bandas rivales.
Según videos divulgados en redes sociales, los reos quemaron colchones en reclamo por malos tratos de parte de militares, que tienen a su cargo el control interno de las prisiones.
En videos difundidos en redes sociales se aprecia un incendio desde el interior de uno de los pabellones, aparentemente por colchones incendiados, mientras que algunos presos protestan por el trato de los militares en las cárceles.
La Cárcel Regional de Guayaquil ha sido una de las más intervenidas por la Policía y las Fuerzas Armadas durante el estado de excepción decretado por el Gobierno, con recurrentes operativos para requisar armamento y objetos prohibidos a la población penitenciaria.