La economía boliviana cerró la gestión 2023 con un déficit comercial de 700 millones de dólares debido a una caída de las exportaciones, tanto en valor como en volumen, y un incremento de las importaciones, según un reporte divulgado este miércoles por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
El gerente general de la entidad, Gary Rodríguez, dijo que durante enero y diciembre del año pasado las ventas externas del país experimentaron una caída de 2.800 millones de dólares; es decir, en el 2023 se exportó algo más de 10.800 millones de dólares frente a los 13.653 millones de dólares del 2022, una cifra récord.
En cuanto a las importaciones, en el 2022 las compras de maquinarias, equipos, insumos y otros en el mercado externo para el sector productivo del país sumó, según datos del Instituto Nacional de estadística (INE), 13.049 de dólares. En la gestión pasada, las importaciones superaron en 700 millones de dólares a las exportaciones, eso significa que se compró más de lo que se pudo vender, refiere el reporte del gerente del IBCE.
El déficit en la balanza comercial de produce en medio de una compleja situación del mercado de divisas que no ha podido ser superada desde febrero del año pasado cuando se produjo una escasez de dólares, que, según el Gobierno, se debió a una sobredemanda de la moneda estadounidense.
Hasta antes del 2022, Bolivia no pudo pasar del margen de 10.000 millones de dólares en ventas al exterior y entre 2015 y 2019 reportó déficits comerciales consecutivos, según datos oficiales del INE; sin embargo, el año pasado, marca un retroceso en el comportamiento de las exportaciones frente a las importaciones.
“En total, faltan en el país 3.500 millones de dólares en la economía”, afirmó Rodríguez en contacto con la televisora Unitel, quien dijo que este panorama preocupa a los operadores del comercio exterior, sobre todo la escasez de dólares.
Indicó que este panorama se complica por la paralización de los proyectos de ley en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) referidos a la aprobación de créditos tramitados por el Gobierno nacional ante organismo internacionales que –en su criterio– pueden ayudar a paliar la situación actual.
Rodríguez sugirió a las autoridades del Ejecutivo recurrir a organismos internacionales por un apoyo a la balanza de pagos y canalizar parte de los 10.000 millones de dólares que están fuera del sistema, haciendo que funcione el mercado paralelo.
Urgió cerrar esa brecha negativa de la balanza comercial en esta gestión, para ello sugirió exportar más a fin de inyectar liquidez a la economía boliviana con el ingreso de dólares al país producto de las ventas externas.
El gerente general del IBCE aclaró que no es que los exportadores bolivianos “no traigan” los dólares al país, sino que, simplemente, el año pasado cayeron las ventas en los mercados externos, tanto en volumen como en valor.