RT.- El Gobierno argentino sigue sumido en una crisis política después del fracaso de la ‘ley ómnibus’ con la que el presidente Javier Milei intentaba reformar por completo el andamiaje político, económico y social del país sudamericano.
Por eso, tres días después de que el proyecto fuera echado abajo en la Cámara de Diputados, continúan los insultos y las amenazas contra los gobernadores y diputados opositores “dialoguistas” que no apoyaron al 100% una ley que el Gobierno decidió que ya no se discuta nuevamente en el Congreso, pero que todavía no define si la someterá a un plebiscito.
En medio de la incertidumbre y tensión política que recorre el país, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció el jueves la reducción del 98% de las transferencias presupuestales discrecionales a las provincias, lo que fue interpretado como una de las anunciadas represalias en contra de los gobernadores que no apoyaron la iniciativa.
“Se termina la plata para recitales de dudoso financiamiento, para organizaciones sociales que solo buscaban beneficio de sus representantes, para el empleo militante”, afirmó Adorni en su ya usual tono amenazante.
Otra medida
Por lo pronto, el Gobierno de Milei anunció el jueves otra medida que afecta a las provincias, ya que eliminó el subsidio a las tarifas del transporte público, lo que repercutirá en aumentos inmediatos del precio de los boletos, que en el interior del país suelen ser más abultados.
“La medida funciona como una vendetta a las provincias”, afirmó el diario Página 12 al evaluar el impacto que tendrá el descongelamiento de las tarifas en un momento en el que la crisis económica se profundiza con altas tasas de inflación que aceleran la caída del poder adquisitivo.
A ello se suma, además, la inconformidad que estalló esta semana por el drástico aumento del 251 % en el transporte público que ya comenzó a regir y que se combinó con el desorden de las autoridades que no pueden garantizar la carga de las tarjetas de acceso a trenes, metro y autobuses ni a la aplicación de descuentos correspondientes que hoy son vitales para millones de trabajadores.