DW.- Las Unidades de Movilización Popular (UMP), una alianza de exparamilitares cercanos a Irán, exigieron este domingo la salida de Irak de las tropas de la coalición internacional antiyihadista, durante el funeral de sus 16 combatientes muertos en ataques de Estados Unidos contra objetivos de grupos que considera responsables de la muerte de tres soldados estadounidenses en Jordania.
“Atacaron locales administrativos, un hospital (de las UMP), atacaron a las fuerzas responsables de proteger las fronteras”, dijo en un discurso el jefe de la alianza, Faleh Al Fayyad, durante el funeral en Bagdad. “Instamos al primer ministro a hacer todo lo que esté a su alcance para defender la soberanía y la dignidad de Irak. Esto no se hará sin la salida de estas fuerzas del territorio iraquí, sin purificar el territorio iraquí de cualquier presencia extranjera”, añadió.
Al Fayyad apuntó que “este incidente no pasará desapercibido porque representa un ataque descarado”. “La sangre de las fuerzas de las Unidades de Movilización Popular representan la dignidad de Irak y no aceptaremos que la sangre de nuestros hijos sea material político barato”, añadió durante su intervención en la ceremonia, donde afirmó que estas milicias “son el orgullo de las Fuerzas Armadas”, a las que están integradas de facto, “y el orgullo de los iraquíes”.
Grupo legitimado en Irak
Estas declaraciones llegan tras la muerte de 45 personas por los bombardeos que lanzó Estados Unidos el viernes contra más de 85 objetivos e instalaciones vinculadas a la Guardia Revolucionaria iraní en el este de Siria y el oeste de Irak, en represalia contra las milicias proiraníes que mataron a tres de sus soldados la pasada semana en Jordania.
Las Unidades de Movilización Popular fueron creadas en 2014 tras un edicto religioso para hacer frente a la amenaza del Estado Islámico (EI) en Irak, se integraron a las Fuerzas Armadas iraquíes en 2016 y están compuestas mayoritariamente por milicias chiíes proiraníes que tuvieron un destacado rol en la derrota del grupo yihadista en 2017, lo que les sirvió para legitimarse e incluso que su brazo político entrara en el Parlamento iraquí.
Unos 2.500 soldados estadounidenses están desplegados en Irak y 900 en la vecina Siria como parte de la coalición creada en 2014 para combatir al grupo yihadista Estado Islámico (EI).