DW.- La inteligencia militar ucraniana reivindicó este domingo los ataques contra una terminal de gas rusa en la costa del mar Báltico y contra diversas instalaciones militares en las regiones rusas de Smolensk, Tula y Oriol.
Según una fuente de la inteligencia militar ucraniana citadas por el medio RBK, el incendio declarado en la terminal de gas licuado operada por Novatek en Ust-Luga, en el Golfo de Finlandia, se debe al impacto de un dron ucraniano. “Allí se procesa combustible que, en particular, va a parar al ejército ruso. Un ataque exitoso contra esta terminal no causa sólo pérdidas económicas al enemigo, privándole de la ocasión de ganar dinero con la guerra en Ucrania, sino que también complica de forma significativa la logística del combustible para el ejército ruso”, agregó la citada fuente.
Entretanto, según dijeron los servicios de inteligencia militar a varios medios ucranianos, el objetivo en Tula, al sur de Moscú, fue una planta donde se manufacturan sistemas de misiles antiaéreos Pantsir-S, mientras que el ataque en Smolensk (oeste) se dirigió contra una factoría aeronáutica.
El Ministerio de Defensa ruso informó por su parte del derribo anoche de cinco drones ucranianos de ala fija sobre las regiones de Smolensk y Tula. Simultáneamente estalló un incendio en la terminal de Ust-Lugá, que según Novatek -el mayor exportador ruso de gas licuado- fue debido a un “factor externo”.
Por último, este domingo se registró el ataque ucraniano a un mercado de Donetsk, donde se registra hasta ahora la muerte de 25 personas, así lo informó el jefe de la administración local instalada por Moscú, Alexéi Kulemzin.
Donetsk quedó bajo el control de los separatistas prorrusos en 2014 y desde entonces es bombardeada regularmente por el ejército ucraniano.