El Ejército de Israel atacó este miércoles posiciones de milicias libanesas y del grupo chií Hezbolá en el sur de Líbano, en una nueva jornada de fuego cruzado en la frontera con Israel, mientras la tensión regional derivada de la guerra en Gaza sigue alta.
“Desde esta mañana, las fuerzas israelíes atacaron objetivos en Líbano”, dijo un portavoz militar en un comunicado.
Entre los últimos incidentes, “se identificó el lanzamiento de un misil antitanque desde el Líbano hacia la zona de Gladiola” en Israel, tras lo que las tropas israelíes “atacaron el origen del fuego”, detalló.
Además, “aviones de combate israelíes atacaron infraestructura terrorista y complejos militares de Hezbolá en el área de Hula en Líbano”, y tanques israelíes “dispararon para eliminar una amenaza” en Ayta ash Shab, en territorio libanés.
A su vez, el Ejército israelí atacó “una célula terrorista identificada en un complejo en la zona de Marwahin” en Líbano.
Hezbolá, aliado de Hamás e Irán y que apoya al grupo islamista palestino con ataques hacia el área norte de Israel casi desde el inicio de la guerra en Gaza hace más de tres meses, se atribuyó anoche seis ataques contra el Estado judío durante el martes, uno de ellos con misiles de alto calibre ‘Burkan’.
Mientras, el intenso fuego cruzado entre ambas partes sigue por decimotercera semana seguida, en el que es el peor pico de violencia en la zona desde la guerra de un mes de 2006 que enfrentó a Israel y Hezbolá.
Las hostilidades actuales han obligado a decenas de miles de residentes libaneses e israelíes en el área fronteriza a irse de sus casas, mientras el recrudecimiento gradual de los enfrentamientos ha desatado miedos por el estallido de una guerra abierta.