El Gobierno nacional garantiza a la población el abastecimiento de pan de batalla a precio justo, con la entrega por día, y a costo subvencionado, de cuatro quintales (q) de harina de Emapa a cada panificador, dijo el viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y del Consumidor, Jorge Silva.
“Está garantizada la entrega de esta harina a los panificadores, cuatro quintales de harina por día se entregan a cada panificador para que elabore el pan de batalla, a precio subvencionado”, indicó en contacto con RTP.
Explicó que, con la entrega de harina de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) a un precio subvencionado de Bs 142 el quintal, tanto la producción como la venta del pan de batalla, está garantizada.
Los panificadores de El Alto, La Paz, Cochabamba y otras regiones del país se benefician con un precio subvencionado en la harina, considerando que en el mercado este producto oscila entre los Bs 230 a Bs 240 el quintal.
Silva mencionó también que lo que le preocupa al Gobierno nacional es mantener el peso de 60 gramos y precio justo de 0,50 centavos del pan de batalla, a diferencia de los panes especiales que, por sus características, “no se pueden regular”.
“Es querer regular cuánto va a costar la llaucha o la salteña, que hay de toda marca, tamaño y precio, porque tiene diferentes insumos. No puedes regular ese tipo de panes porque son especiales y cada quien consume de acuerdo a su situación económica”, apuntó.
En ese contexto, Silva mencionó que el Gobierno nacional está dispuesto a conversar con los panificadores y exdirigentes que manifestaron que se encuentran en emergencia debido a que la harina argentina habría incrementado de precio.