La justicia condenó, en un procedimiento abreviado, a 30 años de prisión a Aurelio Ramírez Kenta, de 46 años de edad, quien admitió haber asesinado con un picota a su esposa Leandra A.H.F., de 35 años, en el municipio de Saphaqui, provincia Loayza del departamento de La Paz, informó este lunes la Fiscalía.
El fiscal departamental de La Paz, William Alave, señaló que el representante del Ministerio Público demostró con pruebas contundentes que el ahora sentenciado es responsable del delito de feminicidio y deberá cumplir su condena en el penal de máxima seguridad de San Pedro de Chonchocoro, según establece la resolución del Juzgado 1° Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia e Instrucción en lo Penal.
“En la audiencia, el Ministerio Público presentó las pruebas obtenidas en la etapa preliminar de la investigación como la denuncia y declaración testifical de familiares y comunarios del lugar, el registro del lugar donde fue enterrada la víctima, además el sujeto admitió haber cometido el feminicidio en contra de su esposa y solicitó acogerse al procedimiento abreviado que derivó en la máxima sentencia, de esta forma se brindó justicia oportuna a la familia de la víctima”, dijo.
Por su parte, el fiscal del caso, Edwin Colque, informó que el hecho se conoció el pasado viernes 13 de octubre, cuando el hermano de la fallecida denunció a las autoridades la muerte extraña de la mujer, porque fue contactado por un comunario del lugar por Facebook, quien le avisó que su pariente había muerto y las circunstancias de su deceso no eran claras y que el esposo manejó una versión inusual para velar y enterrarla en el municipio de Saphaqui.
El feminicidio se registró el 1 de octubre, cerca de las 09:45, cuando la pareja salió a recoger cosecha y, según el autor del crimen, la mujer habría sido golpeada por una mula en la cabeza y estaba agonizando, en ese momento, el sindicado la golpeó con una picota y le quitó la vida.
Posteriormente, el hombre realizó el velorio y entierro de su esposa e indicó a las autoridades de la comunidad que murió víctima de una patada que le dio la mula, aspecto que levantó sospechas en un comunario que se comunicó con el hermano de la víctima.