AP.- Los rescatistas encontraron más cuerpos durante la noche mientras buscaban entre los escombros y el agua helada a más sobrevivientes del desbordamiento de un lago glacial en una represa en el Himalaya, en el noreste de India, que arrastró casas y puentes y obligó a miles a huir.
Las autoridades reportaron que los cientos de rescatistas que trabajan en la zona recuperaron seis cadáveres más a primera hora del sábado, lo que elevó la cifra oficial de fallecidos a 47. Al menos 150 personas siguen desaparecidas.
La riada comenzó en la madrugada del miércoles con el desbordamiento de un lago de montaña que rompió la mayor represa hidroeléctrica del estado de Sikkim. El agua helada se precipitó sobre los pueblos del valle, donde dejó docenas de muertos y arrastró algunos cuerpos varios kilómetros (millas). Algunos aparecieron en el vecino estado de Bengala Occidental y en Bangladesh, dijo la policía.
La policía indicó que hay casi 4.000 turistas varados en dos localidades, Lachung y Lachen, en el norte del estado, y apuntó que el acceso estaba gravemente restringido porque las crecidas arrasaron las carreteras. Además, el mal tiempo ha dificultado las labores de rescate e impidió que las autoridades movilicen helicópteros para ayudar a quienes están atrapados en zonas vulnerables.
Unas 3.900 personas se refugiaron en 26 campamentos habilitados por el estado, dijo el ministro principal, Prem Singh Tamang, el sábado. Siete de los 22 soldados que fueron dados por desaparecidos han muerto, agregó.
No estaba claro cuál fue la causa de la inundación en el montañoso estado, la última registrada en el noreste del país en un año de precipitaciones monzónicas inusualmente intensas. Unas 50 personas murieron por inundaciones repentinas y deslaves en agosto en el vecino estado de Himachal Pradesh y las lluvias récord en el norte se cobraron la vida de más de 100 personas en dos semanas en julio.
Los expertos señalaron los intensos aguaceros y un terremoto de magnitud 6,2 que sacudió el vecino Nepal el martes en la tarde como posibles factores.
Pero el desastre llama la atención también sobre la polémica climática que enfrenta a los activistas ambientales locales, que afirman que las represas del Himalaya son demasiado peligrosas, con las autoridades, que tienen el programa nacional de energía renovable en su punto de mira.
El diseño y la ubicación de la presa Teesta 3, que tiene seis años, fueron polémicos desde su construcción. Un reporte elaborado por la Agencia de Gestión de Desastres Estatal de Sikkim en 2019 identificaba el lago Lhonak, para el que se construyó, como “altamente vulnerable” a las inundaciones que podrían causar importantes daños personales y materiales en zonas inferiores, alertando del peligro de inundaciones repentinas que podrían desbordar los muros.