EFE.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que la geografía del mercado y las rutas de la cocaína están cambiando en el mundo por el auge del fentanilo en Estados Unidos y alertó de la posibilidad de que “mafias paraguayas y uruguayas busquen construir una economía ilícita en Bolivia”.
En un análisis publicado en su cuenta de X, antes Twitter, el mandatario aseguró que la ubicación de las áreas de cultivo de coca y de los laboratorios de producción de cocaína se definían en función del mercado estadounidense, con “rutas hacia el norte por el océano Pacífico o hacia el Caribe”, pero “estas rutas de manera progresiva comienzan a cambiar” y “ahora van hacia el sur”.
“Es probable que, con la nueva geografía del mercado de la cocaína, mafias paraguayas y uruguayas busquen construir una economía ilícita en Bolivia y es posible que ahora los laboratorios de cocaína se ubiquen en Europa para competir con calidad ante la invasión de las drogas químicas y el fentanilo”, escribió Petro.
Petro, que ha planteado en diversos foros internacionales “el fracaso de la guerra antidrogas”, dijo que es por ese cambio de la geografía mundial del narcotráfico “que las rutas de la marihuana (…) y la cocaína ahora se bañan de sangre en el sur”.
”Es por esto que, de ser un país pacífico, Ecuador ha superado en violencia a Colombia, y quizás es por esto que asesinaron al candidato presidencial Fernando Villavicencio”, manifestó sobre el crimen perpetrado el pasado miércoles en Quito.
Todo eso se debe, según el mandatario, a que “el mercado de la cocaína se desplomó en Estados Unidos, reemplazado por uno peor: el del fentanilo, que ya le mata 100.000 personas al año. La cocaína mataba 4.000 por sus mezclas venenosas producto del mercado clandestino”.
”Cambia la geografía, pero sigue el fracaso de la guerra antidrogas empeorando el panorama”, indicó el presidente, según el cual las organizaciones armadas dedicadas al narcotráfico “reemplazan la pérdida de ganancias de la cocaína por oro ilícito, extorsión y secuestro contra la misma población de la zona” en la que operan.
Para Petro, esos cambios paradójicamente pueden acabar beneficiando a Colombia, un país que quizás “ante su incapacidad industrial para producir fentanilo pueda escaparse de esta geografía narcotraficante; escape que para nosotros sería la paz”.