DW.- El número de muertos en el atentado suicida perpetrado el domingo durante una concurrida reunión del partido religioso Jamiat Ulema-i-Islam (JUI-F) en el norte de Pakistán aumentó a 47, mientras las autoridades investigan la autoría del ataque. La policia buscaba este lunes pistas entre los escombros que dejaron la explosion, ocurrida en un recinto donde se congregaban unas 400 personas.
“Hay más de 100 heridos. La investigación está en curso y nadie ha sido arrestado hasta el momento en relación con la explosión”, dijo a la agencia de noticias EFE el oficial de policía Shafiq Ullah, de la comisaría de Khar, donde ocurrió el ataque El atacante suicida se inmoló cerca del escenario en el que se estaba celebrando un sermón religioso de este partido, un aliado clave de la coalición gubernamental.
El terrorista hizo estallar un chaleco cargado de explosivos y bolas de acero, para aumentar el daño entre las víctimas. “Me enfrenté a una escena devastadora: cuerpos sin vida esparcidos por todas partes, mientras algunos sobrevivientes gritaban por ayuda”, dijo a la agencia AFP Fazal Aman, que estaba cerca del lugar cuando ocurrió el ataque.
Creciente violencia
El atentado del domingo se produjo unas semanas antes de la disolución de la Asamblea Nacional del país, en vistas a las elecciones previstas para octubre o noviembre. Los partidos políticos ya están en campaña para estos comicios y el ataque provoca el temor a un período electoral sangriento en el país, que sufre una grave crisis política desde la destitución en abril de 2022 del primer ministro Imran Khan.
Nadie ha reivindicado la autoría del atentado y los talibanes pakistaníes, que operan en la región, han negado estar detrás del mismo, afirmando que no apuntan contra las fuerzas de seguridad. La facción local del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que no se ha pronunciado hasta ahora, realizó en el pasado algunos ataques contra reuniones políticas y líderes del JUI-F.