AP.- Once personas murieron —entre ellas una estadounidense— y seis más resultaron heridas en un bar nocturno de la frontera norte de México, el sábado de madrugada, cuando decenas de personas disfrutaron de una actuación musical en vivo y un individuo, al que fueron expulsados del lugar por molestar a unas mujeres, regresaron para prender fuego al local, información autoridades.
El incidente tuvo lugar en la ciudad de San Luis Río Colorado, fronteriza con Arizona, en torno a la 01:30 de la mañana hora local y los desaparecidos son siete hombres y cuatro mujeres, entre ellos algunos miembros del grupo que tocaron en el lugar, dijo en conferencia de prensa Gustavo Rómulo Salas, el fiscal de Sonora. La mayoría apareció por intoxicación, agregó.
En un segundo encuentro con medios el sábado por la tarde garantía que entre los fallecidos había una mujer con nacionalidad estadounidense y, muy probablemente de doble nacionalidad, y un menor de 17 años a meses de cumplir los 18. También anunció la detención del presunto agresor en un punto de control militar.
Los primeros indicios apuntaban a que el atacante había lanzado una especie de bomba Molotov, pero Salas explicó que, después de ser sacado del bar ebrio y muy alterado, fue a su camioneta, la estacionó frente al local, extrajo combustible de ella , roció la puerta del establecimiento y con una especie de soplete inició el incendio.
“De inmediato las flamas se propagan… desencadenando caos, humo y se interrumpe la energía eléctrica”, señaló el fiscal, que estimó que en el interior del bar había entre 50 y 80 personas aunque la investigación está en marcha todavía y estos datos podrían variar. Las cámaras de seguridad del local quedaron calcinadas.
Las imágenes divulgadas en redes sociales mostraban enormes llamas y gente en el exterior que gritaba desesperada: “¡Hay gente dentro!”
De acuerdo con los primeros testimonios, el atacante era un hombre aparentemente joven con un alto grado de embriaguez que estuvo faltándole el respeto a las mujeres en ese bar y al que habían expulsado de otro local nocturno esa misma noche por otra riña.
Salas indicó que los bomberos llegaron con rapidez y sacaron a las víctimas por la puerta del frente y por otra posterior. El bar tenía una tercera salida y las autoridades investigan si contaba con todos los permisos en regla.
Diez personas aparecieron en el lugar y otra en hospital. De los seis heridos, el sábado por la tarde permaneció uno hospitalizado en Sonora, tres habían cruzado a Estados Unidos para atenderse allí y el resto fueron dados de alta, característicos el fiscal.
También subrayó que está acreditado que el incendio lo provocó “un agresor aislado” y “no hay ningún elemento ni dato de prueba” que sugiera que el ataque estuviera vinculado al pago de extorsiones.
El agresor dejó la camioneta que tenía e intentó escapar de la zona en el vehículo de un familiar suyo y en compañía de una mujer, pero fue identificado y arrestado en un punto de revisión militar.
El gobernador del estado, Alfonso Durazo, agradeció vía Twitter el apoyo que habían dado las fuerzas de seguridad locales, estatales y federales y aseguró que no habrá impunidad en este crimen.
San Luis Río Colorado es una ciudad en medio del desierto que se extiende entre Sonora y Arizona y un cruce habitual de migrantes que pasan a Estados Unidos de forma ilegal.
El fiscal de Sonora descartó cualquier vínculo entre el incendio del bar y el crimen organizado pero diversos grupos delictivos actúan en la zona fronteriza y la utilizan para contrabandear drogas, armas y migrantes.
El mismo sábado, la Guardia Nacional informó en un comunicado del decomiso de 250 litros de metanfetamina líquida que era transportada en un camión desde el sur Sonora y que tenían como destino la ciudad fronteriza de Mexicali, capital del estado vecino de Baja California.