AP.- Un nuevo ataque armado dejó el domingo ocho personas muertas y cinco heridas en una ciudad del centro-norte de Ecuador, un hecho que confirma la creciente ola de violencia e inseguridad que aqueja al país andino.
La policía nacional informó sobre el saldo de la masacre, ocurrida en la ciudad de La Concordia. “Se presume que se trataría de enfrentamientos entre grupos delictivos”, señaló en un chat de periodistas, sin proporcionar detalles.
Imágenes difundidas por medios locales muestran los cuerpos de hombres tendidos en el suelo ensangrentados e inmóviles, otras personas intentan subir a los heridos a una camioneta de la policía para trasladarlos a una casa de salud y a uno de los afectados se lo ve caminando por su cuenta con una herida en el abdomen.
La provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, al oeste de Quito, donde ocurrió el hecho, integra la lista de las más peligrosas del país, junto con las provincias costeras de Guayas, Santa Elena, Los Ríos, Esmeraldas y Manabí. En esos territorios operan grupos criminales ligados al narcotráfico y bandas de delincuencia común que atemorizan a los ciudadanos, según las autoridades.
Días atrás otro ataque armado en un barrio populoso de Guayaquil dejó seis muertos e igual número de heridos. La policía adjudicó el suceso a una disputa de territorios por la venta de drogas y entre las víctimas se encontraban personas con antecedentes penales.
A inicios de junio, en la misma ciudad, cinco personas murieron en un hecho similar, mientras en mayo seis personas fueron asesinadas en una playa turística de la provincia de Santa Elena.
El gobierno sostiene que ha tomado medidas para enfrentar la crisis de seguridad como el incremento de 8,500 efectivos policiales para vigilancia y control, la reciente compra de unos cinco millones de municiones para las armas de la policía y el decomiso de unas 450 toneladas de droga en los últimos dos años.