Texto y video: Windsor Salas G.
“La Oficina”, un negocio familiar que inició hace 35 años de la mano de doña Ruth Huanca, hoy en día se ha convertido en un referente gastronómico de Cochabamba por la variedad de platos criollos que ofrece a su clientela.
Desde el Parque Excombatientes, ubicado en la parte oeste de la ciudad, el negocio de comida se hizo conocido y se expandió. Actualmente cuenta con una sucursal en la avenida José Ballivián, El Prado cochabambino, que es administrado por la hija de la fundadora, Shirley Vera.
En una entrevista con Enfoque News, Shirley indica que esta sucursal se abrió por sugerencia de su mamá. “Mi mami, antes de la pandemia y durante los conflictos en octubre de 2019, me recomendó abrir una sucursal en El Prado y me dijo que me iría bien (…) Abrimos de a poco, con unas mesitas, una cocina y con cero experiencia”, cuenta.
En un principio -relata nuestra entrevistada-, su mamá era la que cocinaba y les dejaba todo para servir a los comensales; sin embargo, con el pasar de los meses, se fueron independizando y lograron sacar la sazón que caracteriza al restaurante.
“Logramos sacar todas las recetas al pie de la letra como lo hace mi mamá, el sabor original de La Oficina”, señala orgullosa Shirley.
La especialidad
Son cuatro las especialidades que distinguen a “La Oficina de El Prado” en sus casi cuatro años de vida: el pique macho, charque, la planchita y el pato a la brasa.
“Son cuatro platos que nos caracteriza, puedes venir a La Oficina a probar el pato a la brasa, con ese sabor ahumado y súper fresco, tenemos dos a tres patos para todos nuestros clientes de lunes a domingo desde el mediodía hasta las 22:30”, menciona nuestra entrevistada.
Un plato entero, de cualquiera de las cuatro especialidades, cuesta Bs 120 y alcanza para cuatro personas; mientras que el medio plato vale Bs 80 y se pueden servir dos a tres persona.
Un difícil inicio
“Hemos vivido momentos duros con el conflicto (político-social) registrado en octubre 2019, tuvimos que suspender la atención, pero seguía corriendo el alquiler. Lo mismo ocurriendo durante la pandemia de covid-19, hemos tenido que cerrar. Para el sector gastronómico el tema de la pandemia ha sido bastante duro, pero siempre hay que tener fe para salir adelante”, sostiene.
Pese a todas las adversidades y dificultades, Shirley, con todo su personal, supo sacar adelante el negocio.
“Es difícil emprender, pero tienen que perseverar y siempre ver las cosas con optimismo”, concluye.