Agencias.- El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseguró este martes que Rusia destruyó parcialmente la represa de Kajovka, en el sur del país, lo cual provocó que toda la región de Kherson se inunde.
“El mundo debe reaccionar. Rusia está en guerra contra la vida, contra la naturaleza, contra la civilización”, dijo el mandatario en Telegram, acusando a los rusos de haber “minado” la represa.
Veinticuatro poblaciones quedaron inundadas este martes después de un ataque nocturno que destruyó parcialmente la presa de Kajovka, en el sur de Ucrania, dijo por su parte el ministro del Interior ucraniano, Igor Klymenko, explicando que “alrededor de mil” civiles fueron evacuados de la zona.
“Hasta ahora, 24 localidades en Ucrania han sido inundadas. El ministerio del Interior ya ha evacuado a unas mil personas. La evacuación continúa”, señaló a la televisión ucraniana.
El nivel del agua ha subido más de 10 metros en las localidades cercanas y obligó a evacuar a residentes de la zona
Las potencias occidentales también culparon a Rusia de los daños en la represa de Kajovka, y el jefe de la Unión Europea (UE) , Charles Michel, lo calificó de “crimen de guerra”.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la destrucción es “indignante” y “pone en peligro a miles de civiles y causa graves daños medioambientales”.
Rusia culpa Ucrania
Rusia, sin embargo, aseguró que la represa fue parcialmente destruida por “múltiples ataques” procedentes de las fuerzas ucranianas.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la destrucción fue el resultado de un “sabotaje deliberado de la parte ucraniana”.
La represa, construida en la era soviética, se asienta sobre el río Dniéper, que suministra agua de refrigeración a la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia. La inundación reavivó los temores por la seguridad de esta central, bajo control ruso, situada a unos 150 kilómetros de la represa.
Rusia y Ucrania ofrecieron versiones contradictorias sobre la seguridad de la instalación. Pero el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la ONU dijo que sus expertos “siguen de cerca la situación” y que “no hay riesgo inmediato para la seguridad nuclear en la planta”.
En el mismo sentido, el director de la planta instalado en Rusia, Yuri Chernichuk, dijo que “por el momento, no hay ninguna amenaza para la seguridad”. Según Chernichuk el sistema de refrigeración por agua no está en contacto directo con el entorno exterior y puede rellenarse a partir de fuentes alternativas.