La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) resolvió este miércoles la creación de dos comisiones especiales, una que se encargará de investigar los presuntos abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica y la otra se ocupará de escuchar las denuncias de las víctimas de estos delitos.
En una conferencia de prensa, la jerarquía católica se comprometió a tomar medidas más eficaces para evitar que estos actos se repitan y reconoció que no se hizo lo suficiente en los últimos años y no se escuchó a las víctimas.
“Los obispos reconocen que los esfuerzos realizados hasta ahora, como la creación de protocolos, códigos de conducta y la capacitación de agentes pastorales para atender y escuchar denuncias, resultan insuficientes. Por este motivo, han decidido crear una Comisión Nacional de Escucha y una Comisión Nacional de Investigación, cuyo objetivo será determinar responsabilidades y visibilizar lo sucedido”, señala un comunicado leído por el secretario general de la CEB, Giovani Arana, quien estuvo acompañado por María Beysabel Espinoza, responsable de la Pastoral Familiar de la entidad.
La decisión de los obispos bolivianos surge tras la visita de Jordi Bertomeu Farnós, Oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y especialista en temas de abuso sexual, enviado al país por el Vaticano.
Los obispos, además, reiteraron su compromiso con el Ministerio Público, la Policía y el Órgano Judicial, de coadyuvar con las investigaciones que se lleven adelante para el esclarecimiento de los hechos denunciados.
Las medidas asumidas por los obispos se dan en medio del escándalo y repudio que generó en el país el caso Pedrajas. El diario español El País publicó una investigación que realizó con testimonios de víctimas y allegados sobre un diario del jesuita español Alfonso Pedrajas en el que habla de su vida y hace un recuento sobre los abusos sexuales perpetrados contra decenas de niños y adolescentes bolivianos, cuando estuvo al frente del Colegio Juan XXIII en Bolivia, desde 1971.