CNN.- Las autoridades indias bloquearon el acceso a Internet de unos 27 millones de personas en el estado de Punjab por tercer día consecutivo —uno de los apagones más extensos del país en los últimos años—, mientras la policía busca a un separatista sij que huyó.
El gobierno del Punjab anunció inicialmente el sábado la prohibición de entrar a Internet durante 24 horas, mientras las autoridades lanzaban una operación para detener a Amritpal Singh, un líder popular dentro del movimiento separatista Jalistán, que pretende establecer un Estado soberano para los seguidores de la religión sij.
El corte de Internet —que afecta a todos los habitantes del estado del norte de la India— fue prorrogado por el gobierno por tercera vez hasta el mediodía del martes, en virtud de una ley que permite cortar la conexión para “prevenir cualquier incitación a la violencia y cualquier alteración de la paz y el orden público”.
La policía de Punjab ha justificado el corte de Internet como un medio para mantener la ley y el orden y detener la difusión de “noticias falsas”.
Escenas dramáticas grabadas en video y emitidas por la televisión local mostraron a cientos de partidarios de Singh, algunos con espadas y palos, recorriendo las calles de Punjab. La policía y tropas paramilitares fueron desplegadas por varios distritos del estado en un intento de mantener el orden.
Al menos 112 personas han sido detenidas, según informó el domingo la policía de Punjab, mientras Singh sigue en paradero desconocido.
La historia del movimiento separatista sij en India
Durante décadas, algunos sijs han exigido la creación de una nación independiente llamada Jalistán en el estado de Punjab para los seguidores de esta fe minoritaria. A lo largo de los años han estallado violentos enfrentamientos entre los seguidores del movimiento y el gobierno indio, que se han cobrado muchas vidas.
La violencia alcanzó su punto máximo en junio de 1984, cuando el ejército indio irrumpió en el Templo Dorado de Amritsar, el santuario más sagrado del sijismo, para capturar a separatistas armados, matando a miles de personas y reduciendo gran parte del edificio a escombros. La matanza conmocionó a la comunidad sij y la ex primera ministra india Indira Gandhi, que ordenó la operación, luego fue asesinada por sus guardaespaldas sijs.
El movimiento Jalistán está proscrito y el gobierno indio lo considera una grave amenaza para la seguridad nacional, pero mantiene cierto nivel de apoyo entre algunos sijs del país y del extranjero.
En un comunicado emitido el domingo, la Organización Sij Mundial de Canadá (OSM) condenó la “draconiana” operación de detención de Singh y dijo temer que “la detención de Singh pueda utilizarse para orquestar un falso encuentro y facilitar su asesinato extrajudicial”.
Durante el fin de semana, algunos de los partidarios de Singh cometieron actos vandálicos contra el alto comisionado indio en Londres, lo que llevó a las autoridades británicas a condenar el incidente.
El alto comisionado británico en India, Alex Ellis, calificó los actos de “vergonzosos” y “totalmente inaceptables”.
En un comunicado emitido a última hora del domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores indio dijo que “se espera que el gobierno del Reino Unido tome medidas inmediatas para identificar, detener y procesar” a los implicados en el incidente.
“No hay lugar en nuestra ciudad para este tipo de comportamiento. La policía metropolitana ha abierto una investigación sobre los sucesos de hoy”, tuiteó el domingo el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
Cortes de Internet en la India
Los cortes de Internet son cada vez más habituales en la India, que cuenta con más de 800 millones de internautas, la segunda población digital del mundo, por detrás de China.
A principios de este mes, un informe de Access Now, un grupo con sede en Nueva York que realiza un seguimiento de la libertad en Internet, señaló que India impuso 84 cortes de Internet en 2022, lo que supone el quinto año consecutivo en que la mayor democracia del mundo, con más de 1.300 millones de habitantes, encabeza la lista global.
Las interrupciones “afectaron a la vida cotidiana de millones de personas durante cientos de horas”, según el informe.
Internet se ha convertido en un salvavidas social y económico vital para amplios sectores de la población y conecta las zonas rurales aisladas del país con sus crecientes ciudades.
El gobierno ha intentado justificar en repetidas ocasiones el bloqueo del acceso a Internet alegando la necesidad de preservar la seguridad pública ante el temor a la violencia colectiva. Pero los críticos afirman que los bloqueos son un nuevo golpe al compromiso del país con la libertad de expresión y el acceso a la información.