El presidente de China, Xi Jinping, aterrizó este lunes en Rusia, donde en horas de la tarde de esta misma jornada se reunirá con el líder del régimen ruso, Vladimir Putin, en una visita de Estado que pretende reforzar aún más la estrecha alianza entre los dos países con la guerra en Ucrania y el aislamiento ruso por Occidente como trasfondo.
El mandatario chino llegó al aeropuerto de Vnukovo-2, donde una hora antes había tomado tierra otro avión con parte de la delegación china. Xi fue recibido en una alfombra roja por el viceprimer ministro ruso, Dmitri Chernishenko, tras lo cual dijo que está “muy contento” por la invitación de Putin. “China y Rusia son buenos vecinos y socios confiables conectados por montañas y ríos”, señaló.
“Estoy convencido de que esta visita será productiva y que dará un nuevo impulso al desarrollo sano y estable de las relaciones chino-rusas”, agregó el mandatario chino. Se trata del noveno viaje de Xi a Rusia. Esta jornada tendrá un almuerzo informal con su “amigo” Putin y el martes habrá negociaciones formales junto a las respectivas delegaciones, en la que se firmarán diversos acuerdos.
Viaje de “amistad y paz”
China está “dispuesta a mantenerse firmemente al lado de Rusia” en aras de un “verdadero multilateralismo” y de una “multipolaridad en el mundo”, agregó Xi en declaraciones a los medios. Poco antes, un artículo firmado por él publicado en diversos medios rusos asegura que espera “trabajar con el presidente Putin para adoptar conjuntamente una nueva visión” en las relaciones, en un viaje que calificó como “de amistad, cooperación y paz”.
Occidente teme que este viaje y sus negociaciones sirvan a Rusia no solo para mostrar un aliado poderoso justo en sus momentos de mayor aislamiento, sino también para reforzar sus lazos con China como mercado alternativo y para eludir sanciones tras informaciones sobre la aparición de un dron chino en el campo de batalla en Ucrania y sobre el suministro de armas chinas.