La presidenta de Perú, Dina Boluarte, pidió a la Fiscalía de su país acelerar las investigaciones sobre el presunto ingreso de armas y municiones desde Bolivia, que a su juicio fueron usadas en los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y manifestantes con el saldo de varios muertos y heridos, de los cuales su gobierno y la Policía peruana no se responsabilizan.
La mandataria, en declaraciones a la prensa extranjera, se sumó a las denuncias que ya hicieron varios políticos y congresistas de sus país que denunciaron una intromisión desde el lado boliviano y culpó a los Ponchos Rojos de Bolivia de ser los responsables de la matanza por introducir, presuntamente armas a territorio peruano.
Boluarte mencionó que “de manera extraoficial” tiene información que “por la frontera de Perú con Bolivia han ingresado” estas armas “dumdum, traídas por los Ponchos Rojos” de la provincia Omasuyos en el departamento boliviano de La Paz.
“Los fallecidos del 9 de enero en Puno, ahí donde estaba la Policía concentrada no ocurrieron los fallecimientos sino en las inmediaciones, la mayoría es por impacto de armas artesanales llamadas dumdum. La Policía no usa esas armas letales”, afirmó la gobernante.
La versión de la presidenta peruana no coincide con los informes oficiales que fueron publicados por la prensa peruana y que niegan que las muertes hayan sido provocadas por armas artesanales.
El diario La República publicó informes del Instituto de Medicina Legal (IML) donde se ven las balas halladas en 9 cuerpos de los fallecidos en Puno. En seis cuerpos se encontraron fragmentos de proyectiles de fusil de 7,62 mm (de uso oficial), en dos había restos de perdigones de metal y en uno lo que sería una bala de pistola.
La denuncia de Boluarte se suma al ambiente de tensión en la relación bilateral entre Perú y Bolivia que ha ido escalando desde hace varios días, con la decisión de vetar el ingreso de Evo Morales y hacer un reclamo diplomático por las declaraciones del presidente Luis Arce sobre la crisis peruana.