EFE-AP.- Los estudiantes y activistas sociales, protestaban contra la prohibición de la educación femenina en las universidades. Las fuerzas de seguridad arrestaron a varias de ellas, mientras los talibanes reciben presión de más países musulmanes para revertir la medida.
La organizadora de la marcha, Basira Hussaini, dijo que decenas de “activistas sociales, jóvenes y estudiantes” se habían congregado en el área de Debori, en la capital afgana, para expresar su repudio “contra la cruel decisión del Gobierno talibán”. Sin embargo, todo finalizó de forma abrupta porque “las fuerzas talibanas y sus policías dispersaron la protesta y torturaron y detuvieron a algunas” de las manifestantes.
Este incidente ocurre apenas un día después de que los talibanes prohibieran a las mujeres acceder a las universidades, lo que provocó que muchas afganas que acudieron el miércoles a las casas de estudio se vieran obligadas a permanecer fuera debido a que hombres armados les impedían el paso y, en cambio, dejaban ingresar a los muchachos.
Muestras transversales de rechazo
La prohibición decretada por los fundamentalistas ha sido duramente condenada por varios países y organizaciones internacionales, además del expresidente afgano Ashraf Ghani, quien huyó de Kabul cuando los talibanes tomaron el control de la capital en agosto de 2021. “Lo he dicho muchas veces, y lo volveré a decir: si una niña se alfabetiza, cambiará las próximas cinco generaciones. Si una niña permanece sin educación, arruinará cinco generaciones”, escribió Ghani en Twitter.
Este jueves, Turquía y Arabia Saudita se unieron a otros países musulmanes, como Qatar o incluso la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), en su crítica a la medida de los talibanes. La prohibición “no es ni islámica ni humana”, dijo el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu. “¿Qué daño provoca la educación de las mujeres?”, preguntó. Por su parte, el Ministerio de Exteriores saudita dijo que la decisión del régimen había “sorprendido a todos los países islámicos”.
También varios jugadores afganos de cricket, un deporte sumamente popular en el país, expresaron su rechazo a la decisión. En la Universidad Médica de Nangarhar, en tanto, los estudiantes salieron de las salas de clases y anunciaron que no volverán a asistir mientras no se restituya el derecho de sus compañeras a educarse.