Agencias.- Hace nos años, Porter se convirtió en el primer perro de la historia en conducir un auto. Y es que uno puede leer esto y creerá que es mentira, pero lo mencionado no tiene trucos: Porter condujo un automóvil en una carretera cerrada e incluso dio un giro de 180 grados y, finalmente, se estacionó.
Increíblemente, este inteligente perro también realizó los cambios (de primera a segunda). Se podrá ver todo esto en el video que Infobae dejará unas líneas más abajo de la noticia. Pero, eso sí, además de los detalles tecnológicos para realizar este hito, también algunas cosas necesitan aclaración. Y es que la idea de enseñar a conducir a un perro parece muy extraña, pero tiene una explicación. Formó parte de una campaña de la Real Sociedad de Nueva Zelanda para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA).
El propósito era que los perros abandonados y maltratados que recoge esta sociedad sean animales muy inteligentes, dispuestos a aprender e incluso a conducir un auto. Así, estos podrían merecer y tener la oportunidad de ser adoptados. Es importante recalcar que cada año la Sociedad Protectora de Animales recoge más de 37.000 animales callejeros de las calles y les encuentra hogares. Está muy bien como campaña publicitaria para impactar, pero una cosa es tener una idea en concreto y otra, ejecutarla de manera efectiva.
Tecnología
Para lograr este hito, la SPCA entrenó durante dos meses, gracias a una entrenadora especializada a tres perros, Monty, Ginny y Porter. Para habilitar la conducción, se dividió en diez tareas básicas: realizar la marcha, frenar, acelerar, girar a izquierda y derecha, entre otras básicas para manejar decentemente. Los perros aprendieron estas tareas por separado, asociadas a una orden concreta de su entrenadora. Solo esto, ya tiene mucho mérito.
Para que un perro doméstico pueda conducir, claramente el auto debe estar adaptado. Como se puede ver en el video, el volante tiene una cubierta rugosa para evitar que las patas resbalen. Funciones como poner el auto en marcha se hace mediante un botón y no con una llave, y el mecanismo de pulsación tenía que ajustarse con las patas para acceder al freno y los pedales. Después de terminar el entrenamiento, se realizó la prueba. ¿El perro Porter realmente conduce el auto o no? Depende de cómo el lector de Infobae lo interprete. Técnicamente sí. Presiona el acelerador, gira el volante en una esquina y frena para estacionar. Pero sólo lo hace porque la entrenadora le da órdenes con una tarea que siempre debe cumplir.
El perro Porter no es consciente del manejo, no sabe lo que hace. Simplemente sigue las órdenes que le da a su entrenadora: poner un pie aquí, mover los pies hacia un lado para girar, etc. Sin embargo, la capacitación es muy valiosa porque aprender tantas tareas diferentes no es fácil. Y es sorprendente cómo un perro se mantiene quieto y tranquilo mientras conduce como un humano. De todos modos, este vídeo del primer perro conduciendo un auto causó mucho revuelo hace unos años y consiguió su objetivo: mostrar lo inteligentes, obedientes y con muchas ganas de aprender que son los perros abandonados. ¿Por qué no adoptar? A tomar en consideración.