DW.- El ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, ordenó este miércoles que sus tropas se retiren de la orilla occidental del río Dniéper, ante los ataques ucranianos cerca de la ciudad de Jersón, anexada ilegalmente por Rusia.
“Proceda a retirar a los soldados”, dijo Shoigu en televisión al general Serguéi Surovikin, comandante de las operaciones rusas en Ucrania, quien admitió que la decisión de replegarse a la margen derecha del rio Dniéper no fue “nada fácil”.
Shoigú aprobó el repliegue después de que Surovikin admitiera en un reporte que la defensa de la ciudad en la orilla derecha del Dniéper era “inviable”, y que en las condiciones actuales tampoco era posible abastecer al contingente militar ruso desplegado en la zona.
Por su parte, Surovikin detalló que unos 9.500 soldados ucranianos han muerto o resultado heridos desde agosto en la región que limita con la península de Crimea, fecha en la que las Fuerzas Armadas de Ucrania iniciaron la contraofensiva en Jersón.
Rusia, que ha cedido en los últimos dos meses territorios en Dombás, en el este de Ucrania, y que se retiró también de la región oriental de Járkov, anexionó ilegalmente la región de Jersón en septiembre, al igual que Donetsk, Lugansk y Zaporiyia, pero sin controlarlas en su totalidad.