Transportistas que deben hacer largas filas para conseguir diésel en distintas estaciones de servicio denuncian una nueva preocupación: el robo de autopartes mientras esperan su turno. Con largas horas y hasta días en la fila, los choferes del transporte pesado no solo enfrentan la escasez de combustible, sino también el riesgo constante de que sus vehículos sean despojados de costosos repuestos y accesorios.
Conductores han reportado que antisociales aprovechan la situación, atacando a los vehículos cuando están estacionados por horas o cuando los choferes intentan descansar tras una espera extenuante. “Estamos bien preocupados con esta delincuencia. A veces vienen a golpear, nos están siguiendo; nosotros estamos aquí día y noche sin dormir, haciendo fila por cuatro días”, compartió uno de los afectados.
Estos robos, que incluyen baterías, llantas de auxilio y retrovisores, representan un gran golpe económico para los transportistas. Los costos son elevados: una llanta de auxilio, por ejemplo, puede costar entre 700 y 800 dólares, un valor que difícilmente podrán recuperar.
Algunos choferes han logrado registrar estos incidentes en cámaras de seguridad y solicitan el apoyo de las autoridades para identificar a los responsables. “Hay videos, ojalá nos ayuden en capturarlos. Ayer mismo, al mediodía, tuvimos que perseguir a alguien que intentaba llevarse una llanta”, relató otro conductor a Unitel.
La situación ha generado preocupación y alarma en el gremio, que pide urgentemente medidas de seguridad en las estaciones de servicio para proteger sus bienes y su integridad mientras intentan abastecerse del combustible necesario para sus operaciones.