Rafa Nadal ha vuelto a entrenarse este lunes después de cuatro semanas de reposo obligado alejado de las pistas para tratarse de la “fisura por estrés” que sufrió en Indian Wells en marzo.
Una dolencia que le costó el título, que perdió ante Taylor Fritz, y que le ha obligado a posponer su inicio de la temporada de tierra batida al no poder disputar Montecarlo, Barcelona y, muy probablemente, el Mutua Madrid Open que arranca la próxima semana.
El propio Nadal fue el encargado de anunciar su vuelta a las pistas para ejercitarse a través de sus redes sociales, donde mostró su ilusión por el regreso, además en su superficie favorita.
Con Roma en el horizonte como siguiente gran torneo dentro de la temporada de arcilla -arranca el 2 de mayo en la capital italiana- el gran objetivo real de Nadal es su competición fetiche: Roland Garros.
El trofeo que el balear ha conquistado en 13 ocasiones arranca en parís el 22 de mayo y es, sin duda, el evento marcado a fuego en el calendario de un Nadal que comenzó 2022 conquistando el Open de Australia y que espera repetir gesta en el circuito a pesar de sus contratiempos físicos.