Este domingo, tras varios días de tensión, se levantó el bloqueo de carreteras en el municipio de Yacuiba, permitiendo el paso de más de 150 cisternas cargadas con gasolina y diésel, vitales para la provisión de combustible en todo el país.
La medida de presión fue liderada por trabajadores de salud, quienes mantenían interrumpido el flujo vehicular en la zona. Esta acción había generado un significativo perjuicio, impidiendo el ingreso de las cisternas y afectando el abastecimiento de combustible a la población nacional.
Con la liberación de las vías, no solo las cisternas sino también camiones de transporte internacional, que se encontraban varados, pudieron finalmente retomar su camino hacia sus destinos. Esta situación marca un respiro para la logística y la economía regional, que se había visto severamente afectada.
YPFB importa combustible desde varios países vecinos, incluyendo Paraguay, Argentina, Perú y Chile, utilizando también la Hidrovía Paraguay – Paraná. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas en el puerto de Arica, Chile, han impedido la descarga de buques con combustible destinados a Bolivia. A esto se suma la reducción del caudal en la hidrovía debido a la sequía, dificultando el anclaje y descarga de barcazas.
La imposibilidad de descargar hidrocarburos, tanto en Arica como en la hidrovía, llevó a una mayor dependencia de las cisternas que ingresan desde Argentina y Paraguay. Este transporte terrestre, esencial en la coyuntura actual, había sido interrumpido desde el miércoles pasado hasta el sábado debido al bloqueo del puente internacional en Yacuiba por parte de los trabajadores de salud.