Es una pata de un dinosaurio, pero no cualquiera. Fue excavada en Dakota del Norte. El fósil encierra una historia que debió ser de terror. Es la pata del dinosaurio que murió por el asteroide que extinguió a estos animales.
Fauna de fósiles
Hay pocos fósiles que registren incluso los últimos miles de años antes del impacto, ocurrido hace 66 millones de años. El yacimiento se llama Tanis. Tiene fósiles de otros animales que respiraron los escombros del impacto. Hay una tortuga fósil que fue ensartada con una estaca de madera. También, restos de pequeños mamíferos y las madrigueras que hicieron. Se halló piel de un triceratops con cuernos y el embrión de un pterosaurio volador dentro de su huevo. Algo más: un fragmento del propio impactador de asteroides.
“Miras la columna de roca, los fósiles allí, y te trae de vuelta hasta ese día”. Lo dice Robert DePalma, estudiante graduado de la Universidad de Manchester. La roca de 12 km de ancho golpeó nuestro planeta para causar la última extinción masiva. El sitio de impacto ha sido identificado en el Golfo de México, frente a la península de Yucatán.
Respirando rocas
Los restos de animales y plantas de Tanis fueron arrollados en un vertedero de sedimentos por olas de agua de río. Los organismos acuáticos se mezclan con las criaturas terrestres.
El dinosaurio que murió por el asteroide no estaba solo. El esturión y el pez espátula en esta maraña de fósiles son clave. Tienen pequeñas partículas atrapadas en sus branquias. Son las esferas de roca fundida expulsadas por el impacto que luego cayeron por todo el planeta. Los peces habrían respirado las partículas cuando entraron al río.
En resina de árbol conservada también hay pequeñas inclusiones que implican un origen extraterrestre.
“Pudimos separar la química e identificar la composición de ese material. Toda la evidencia, todos los datos químicos de ese estudio sugieren algo claro. Estamos viendo una parte del impactador; del asteroide que acabó los dinosaurios”.
NSN