La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha lanzado un ambicioso proyecto de capacitación para técnicos bolivianos, destinando más de 1,8 millones de dólares a la promoción de la acuicultura en el país, con un enfoque especial en la producción de camarones en los salares de Oruro y Potosí.
Rodrigo Roubach, representante de la FAO en Bolivia, destacó que la inversión se orienta a superar grandes desafíos, como la implementación de infraestructura adecuada, el suministro de material biológico de calidad y la disponibilidad de insumos para dietas balanceadas en los cultivos desarrollados. “Estamos invirtiendo más de un millón 800 mil dólares para enfrentar grandes desafíos”, subrayó Roubach en un informe de prensa del organismo internacional.
Además, el financiamiento está destinado a la adopción de tecnologías avanzadas para cultivos acuícolas, el desarrollo de emprendimientos y la formulación de planes de manejo de pesca que aseguren productos de alta calidad sanitaria.
La capacitación, que incluye tanto teoría como práctica, está dirigida a técnicos del Estado, universidades y profesionales del sector acuícola. El objetivo es explorar la viabilidad de producir camarón Litopenaeus vannamei en los salares, diversificando así la producción acuícola y contribuyendo a la economía y seguridad alimentaria de Bolivia.
María Lourdes Cobo, bióloga y experta internacional, se ha unido a este esfuerzo, proporcionando asistencia en tecnología de cultivo de nuevas especies comerciales y el uso de alimentos vivos para fases larvales en acuicultura.
Participaron en las capacitaciones técnicos del Iniaf, IPD-PACÚ, Emapa y Senasag, abordando temas como la tecnología de cultivo de artemia, una fuente crucial de alimento vivo para el camarón.
Los salares de Oruro y Potosí, junto con las orillas del lago Poopó, presentan condiciones ideales para la eclosión, reproducción y alimentación de quistes de artemia, el principal alimento del camarón. Las características salinas y la temperatura de la zona resultan óptimas para la crianza de camarones.
El país enfrenta el reto de desarrollar programas de investigación específicos para incrementar las alternativas de producción de especies acuícolas no tradicionales a escala nacional.
Un potencial por explorar
El camarón, cultivado principalmente en Asia y América Latina para exportación, encuentra en Bolivia un potencial significativo. La especie Litopenaeus vannamei, conocida por su capacidad de adaptación a diferentes climas, podría desarrollarse en lagunas salobres del país, siempre que se garantice una alimentación adecuada.
Bolivia cuenta con una valiosa fuente alimentaria en la artemia, un pequeño crustáceo altamente nutritivo y manejable, ideal para la acuicultura. El país posee tres cuencas hidrográficas de gran relevancia – la Amazónica, la del Altiplano y la del Plata – que albergan una rica variedad de organismos acuáticos con potencial para la domesticación y consumo. Mediante buenas prácticas de manejo, estas cuencas pueden contribuir significativamente a la nutrición del país.
En contraste, las actividades acuícolas en los departamentos de Oruro y Potosí son escasas. La producción de camarón podría revitalizar estas regiones, generando nuevas fuentes de empleo e ingresos para la población local y ofreciendo alternativas comerciales de nuevas especies cultivadas.
Esta capacitación forma parte de una serie de iniciativas del proyecto de la FAO en Bolivia, dirigido a fomentar la pesca y la acuicultura como estrategias para combatir el hambre y la malnutrición.