Limpiar la casa es algo básico que todos tenemos que hacer con frecuencia. Al suelo, los muebles y los electrodomésticos les toca pasarle la mopa y dejarlas limpias. No obstante, la frecuencia es algo importante y a tener en cuenta, ya que varía en función de la habitación o mueble al que se haga. Por eso, te decimos qué zonas de la casa hay que limpiar todas las semanas, mensualmente y una vez al año.
La frecuencia con la que toca limpiar una habitación o parte de la casa es variable, aunque es algo que no podemos dejar pasar.
La clave para saber cada cuánto tiempo hay que limpiar algo es saber el uso que tiene, ya que, cuanto más se use un mueble, estancia o electrodoméstico, más frecuentemente hay que limpiarlo.
¿Qué se limpia todas las semanas?
Esta pregunta tiene una clara respuesta, y es el cuarto de baño, el cual debe limpiar cada siete días. Y es que, en este caso, quitarle toda la suciedad, manchas o restos de cal que pueda acumular. Obviamente, esto incluye, no solo el lavabo, también la ducha, suelo, azulejos, mampara, WC…
También, cada semana, debes limpiar el polvo a los muebles, aspirar para quitarle la suciedad a los electrodomésticos y las alfombras. Además, si vives solo, te recomendamos que laves la ropa por lo menos una vez cada siete días.
Por su parte, la ropa de cama y las toallas para la ducha, así como las alfombras del cuarto de baño, deben también limpiarse con esta frecuencia, ya que son lugares donde proliferan hongos y distintos gérmenes con mucha facilidad. También es adecuado darle un repaso a la mesa y el espacio de trabajo en general.
¿Qué limpiar todos los meses?
En cuanto a las cosas que se deben limpiar cada 30 días, te recomendamos que prestes especial atención al congelador y a la nevera, ya que son electrodomésticos que no solo contienen alimentos y bebidas, los cuales pueden favorecer la aparición de residuos.
Los armarios también deben limpiarse cada 30 días a fondo.
¿Qué limpiar una vez al año?
Por último, una vez al año te recomendamos que limpies las cosas más tediosas pero que no podemos dejar atrás. Esto incluye las paredes con grasa o que estén pintadas, quitar el polvo de las persianas y las lámparas, así como las almohadas, colchones y cortinas de baño.