DW.- El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó el sábado el sangriento ataque perpetrado el viernes contra una mezquita sunita de Kabul y que dejó al menos 10 muertos y varios heridos.
“Los soldados del califato detonaron un aparato explosivo colocado cerca de un autobús en el sector 6 de Kabul”, anunció el grupo en un mensaje divulgado en su cuenta de Telegram.
El comunicado dijo que el ataque mató a 10 personas, la misma cifra anunciada por el Ministerio del Interior afgano. La policía de Kabul indicó que otras 30 personas resultaron heridas.
Autoridades afganas señalaron que el ataque pareció dirigido a la comunidad minoritaria sufí que realizaba sus rituales antes de concluir las oraciones del viernes.
Un portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, emitió el sábado un comunicado en el cual condenó el ataque.
“Una mujer murió y otras tres resultaron heridas”, dijo a la agencia británica Reuters Khalid Zadran, un portavoz del comandante de Kabul.
Ali Maisam, de 19 años, testigo de la explosión y que esperaba fuera de una panadería cercana en ese momento, dijo que vio varios cadáveres.
“Vi a gente salir del minibús con las caras ensangrentadas y quemados… Vi que sacaban cuatro cuerpos y que una mujer estaba entre los muertos”, dijo.