AS.- A toda máquina y sin oposición es como avanza Novak Djokovic este año en Roland Garros. El vigente campeón del torneo y número uno del mundo se impuso a Diego Schwartzman por 6-1, 6-3 y 6-3 en 2h15, y se clasificó por 16ª vez para los cuartos de final (13ª consecutiva). “Estoy muy contento de haber logrado crear ese tipo de consistencia a lo largo de los años y seguir siendo fuerte”, dijo. Su rival, el martes, será Rafa Nadal. El serbio suma ya 85 triunfos sobre la tierra del Grand Slam francés. El argentino no pudo hacer nada para evitar su séptima derrota en otros tantos duelos contra Djokovic. “Contra un jugador de su magnitud hay que estar física y tenísticamente al 100 %. Fue muy bueno hoy Novak, tuvo un muy buen día y es Novak. Ha sido un poco triste, porque venía jugando bien y ya tuve muy buenos partidos contra él. No encontré en ningún momento del partido la intensidad que hubiese necesitado”, afirmó Diego, que reveló que había conseguido entradas para ver la final de la Champions.
Con unas sensaciones magníficas, Djokovic dominó sin problemas a un Schwartzman que cometió 45 errores no forzados y sólo dio la impresión de poder inquietar a su rival cuando al principio del segundo set le hizo un quiebre y puso el 3-0 a su favor. Nole sofocó su rebelión de manera muy contundente, con un parcial de 6-0 con el que se apuntó la manga y tomó una distancia insalvable en el partido.
El Peque había tenido siete opciones de break, pero sólo aprovechó una y en la tercera manga aguantó el tipo hasta el sexto juego, cuando una nueva rotura del balcánico le dejó ya sin respuesta. Schwartzman se queda esta vez a las puertas de los cuartos que alcanzó el año pasado y en 2020 cuando fue semifinalista. Su siguiente torneo será Queen’s, antes de Wimbledon. Djokovic está en el pico más alto de forma de la campaña de tierra, tras ganar en Roma y superar los cuatro partidos jugados hasta ahora en el Bois de Boulogne. Aun así, sigue viendo este torneo como el más complicado para él: “Ganar un título aquí siempre es probablemente lo más difícil para mí. El año pasado, en la segunda semana, tuve aquí probablemente los cuatro partidos más difíciles, los siete días más difíciles en cualquier Slam en mi carrera”.