Carola Somaré, nació en Argentina y a la edad de 11 años se vino a vivir a Bolivia con su familia. Culminó sus estudios de secundaria en la ciudad de Cochabamba y se graduó de la Carrera de Psicología de la Universidad del Valle (Univalle), luego migró a Santa Cruz en busca de nuevas oportunidades junto a sus siete hijos.
Tras establecerse en la capital cruceña, realizó varios cursos de especialización en varios países: consejera internacional en Londres (Reino Unido), entrenamiento de Mindfulness en México y capacitación en coaching en Uruguay.
En Bolivia trabajó en varios colegios como psicóloga y consejera de alumnos de secundaria, pero tenía aspiraciones de salir del país y demostrar su profesionalismo en otras naciones. Es así que envió su currículum a unidades educativas de otros países, donde obtuvo cuatro respuestas a 10 solicitudes que se presentó.
De las cuatro opciones, eligió China porque quería conocer su cultura y servir en ese país para aplicar todo lo aprendido durante sus años de estudio.
Conocer otros países
Manifiesta que siempre tuvo el deseo de conocer otros países, pero debía esperar que sus hijos terminen sus estudios en el colegio.
“Debido a las decisiones que uno toma empecé a buscar trabajo fuera de Bolivia, soy mama de siete, los dos menores están en colegio, tres ya son adultos y dos están en la universidad, uno en México y otro en Santa Cruz. Estoy apoyando a los dos universitarios y con dos menores estamos viviendo en China, fue bastante el cambio para ellos, ya están acostumbrados al colegio, a los amigos, la comida y las costumbres de este país. La gente acá (en China) es muy amable, es muy buena, nos han recibido con mucho cariño, es muy solidaria”, relata a Enfoque News.
Carola y sus dos hijos menores viven en la ciudad de Shanghái, China, desde junio de 2021, para ellos no fue fácil adaptarse a su nueva forma de vida y la barrera más difícil de superar fue el idioma, incluso debieron aprender a usar el lenguaje a señas para comunicarse.
“Nosotros llegamos en junio, más o menos, no es mucho tiempo el que estamos, pero es un buen cambio, un gran cambio”, destaca nuestra entrevistada.
Con la pandemia, desde el 14 de marzo de este año las clases en los colegios, institutos y universidades de Shanghái son en línea, todos los negocios cerraron y no hay personas que circulan en las calles de esa importante ciudad china.
Carola afirma que, para apoyar a las familias en tiempos de pandemia, el gobierno les envía ayuda como ser verduras, paquetes de comida de acuerdo a cada distrito.
“En China las leyes se cumplen y quienes no la acatan tiene consecuencias, nos tratan muy bien, no nos falta absolutamente nada, estoy muy agradecida de todo lo que estamos viviendo”, asevera.
Para adaptarse a su nueva vida, tanto Carola como sus dos hijos menores tuvieron que aprender el idioma y la escritura. En la pronunciación del mandarín, afirma nuestra entrevistada, hay cuatro entonaciones y a su vez cuatro significados, si no se articulan bien las palabras se puede llegar a interpretar mal.
“Ya podemos comunicarnos un poquito, estamos aprendiendo, pero también nos comunicamos en inglés”, dice Carola.
Su trabajo en Shanghái
En el colegio donde actualmente presta sus servicios como psicóloga y consejera, hay estudiantes de 22 nacionalidades. Ella trabaja con niños de preescolar y secundaria, en especial con los cursos de séptimo y doceavo grado. Dedica dos horas al día a los niños de preescolar a fin de prepararlos para que ingresen a primaria.
“El querer realizarme como profesional y venir a este país fue un gran paso, es una cultura nueva y diferente para mí y para mis hijos, estamos muy contentos de tomar esta decisión. Al principio no comenté con mis hijos sobre la posibilidad de irnos a China, no quería dar falsa expectativa de anunciar algo y que no pase, una vez que me dieron la confirmación y acepté, hablé con ellos. Si iba a salir de Bolivia tenía que ser a un lugar lejos para conocer, siempre pensando en los hijos para que no falte nada y mandarles lo que necesitan”, expresa.
Indica que eligió China por el nivel de educación que es muy exigente. “No cualquiera logra un contrato en China y el estar en este país es un logro. Era un reto para mí lograr trabajar en China y lo hice, es un logro más en mi carrera”, sostiene.
Carola refiere que este es un trabajo sin descanso, porque trata de apoyar en todos los ámbitos a los estudiantes y, sobre todo, durante este tiempo de pandemia en el que los jóvenes atraviesan por problemas emocionales.
“Hay fines de semanas que trabajo sin descanso y me doy de lleno, si tengo que atender una llamada a las 12 de la noche igual contesto, es lo que me gusta, es la carrera que escogí, incluso desde Santa Cruz me han estado contactando, se han comunicado conmigo desde diferentes partes del mundo, es la gratificación que uno tiene, es el cariño que uno siente”, comenta.
Entre sus planes a futuro es poder seguir creciendo, su contrato de trabajo es hasta el año 2023 y cuando llegue el momento evaluará si permanecerá en Shanghái o se irá a otra ciudad de China.