AP.- Fuerzas rusas golpearon con artillería varias localidades del este de Ucrania, donde mataron e hirieron a docenas de civiles, y comenzaron a asaltar la maltrecha acería en Mariúpol de la que decenas de personas fueron evacuadas tras semanas de bombardeos contra el último reducto de resistencia en la ciudad.
El gobernador de la región oriental de Donestk dijo que 21 personas habían muerto el martes en ataques rusos, el número más alto de bajas conocidas desde el 8 de abril, cuando un ataque de misiles contra la estación de tren de Kramatorsk mató al menos a 59 personas.
La presión sobre Moscú creció el miércoles cuando la líder de la Unión Europea pidió que el bloque de 27 países vetara las importaciones de petróleo ruso y sancionara al mayor banco y a televisoras importantes del país, en el sexto paquete de sanciones contra Moscú.
“Nos aseguraremos de que abandonamos el petróleo ruso de forma ordenada, de un modo que nos permita a nosotros y a nuestros socios asegurar rutas alternativas de suministro y minimice el impacto sobre los mercados globales”, dijo a los parlamentarios europeos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Von der Leyen propuso también a los miembros del grupo que Sberbank, el banco más grande de Rusia, y otros dos grandes prestamistas fueran desconectados del sistema internacional SWIFT de pagos bancarios.
Gracias a los esfuerzos de evacuación durante el fin de semana, 101 personas -entre los que había mujeres, ancianos y 17 niños, el más pequeño de 6 meses- salieron de los subterráneos bajo la siderúrgica de Azovstal en Mariúpol para “ver la luz del sol después de dos meses”, dijo Osnat Lubrani, coordinador humanitario de Naciones Unidas para Ucrania.
La viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, dijo que las autoridades planeaban continuar los esfuerzos por evacuar a los civiles de Mariúpol y zonas cercanas si la situación de seguridad lo permitía. Lubrani también expresó su esperanza de hubiera nuevas evacuaciones, pero dijo que no se había concretado ninguna.
Una mujer evacuada dijo que en la planta dormía cada noche temiendo que no se despertaría.
“No puede imaginarse el miedo que da sentarse en el refugio antibombas, en un sótano húmedo y mojado, que tiembla y se remece”, dijo Elina Tsybulchenko, de 54 años, a su llegada en una caravana de autobuses y ambulancias a la ciudad de Zaporiyia. La localidad, controlada por Ucrania y que se encuentra unos 230 kilómetros (140 millas) al noroeste de Mariúpol.
Las noticias para los que se quedaron atrás eran sombrías. Comandantes ucranianos dijeron que fuerzas rusas respaldadas por tanques habían comenzado a asaltar el complejo, que incluye un laberinto de túneles y búnkeres bajo un recinto de 11 kilómetros cuadrados (4 millas cuadradas).
No estaba claro cuántos combatientes ucranianos seguían en el interior, aunque Rusia dio en las últimas semanas una estimación de unos 2.000, de los que 500 estaban heridos, según reportes. También quedaban unos pocos cientos de civiles en el lugar, dijo Vereshchuk.
Justo al norte, cerca de la estratégica ciudad de Izium, Rusia ha desplegado alrededor de 22 batallones tácticos en su esfuerzo de avanzar sobre el eje norte del Donbás, según reportó el miércoles el Ministerio británico de Defensa. Cada grupo suele tener alrededor de 700 soldados.
Pese a sus problemas para superar las defensas ucranianas y ganar impulso, es probable que Rusia pretenda avanzar más allá de Izium y tomar las ciudades de Kramatorsk y Severodonetsk en el este de Ucrania, según el análisis británico, para rodear a las tropas ucranianas en la región de Járkiv. Sin embargo, el avance ha sido lento ya que los ucranianos se han atrincherado en sus posiciones y emplean armas de largo alcance, como obuses, para atacar a los rusos.
Estados Unidos cree que en los últimos días, los ucranianos han empujado a las fuerzas rusas unos 40 kilómetros (25 millas) al este de Járkiv, la segunda ciudad más grande del país. Desplazar el frente hace más difícil para Rusia atacar la ciudad con artillería. Las autoridades ucranianas dijeron que sus fuerzas habían retomado al menos 11 pueblos en torno a Járkiv en la última semana. La mayoría de esos poblados llevaban más de dos meses ocupados por Rusia.
El Donbás, el corazón industrial de Ucrania en el este del país, y que incluye Donestsk y Luhansk, sigue siendo el objetivo declarado de Moscú después de su intento fallido de tomar Kiev en las primeras semanas de la guerra.