Agencias.- Amnistía Internacional (AI) ha emitido un llamado urgente a los presidentes de Bolivia y otros seis países sudamericanos, instándolos a tomar medidas inmediatas para evitar una catástrofe climática en medio de los devastadores incendios forestales que afectan la región. En una carta dirigida a los líderes de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, AI advirtió sobre el impacto irreversible que los incendios podrían tener en el clima global si no se toman acciones drásticas y coordinadas de forma inmediata.
La región ha experimentado un “récord” de incendios entre agosto y septiembre de 2024, con millones de hectáreas quemadas en la cuenca amazónica y otras áreas protegidas. Los incendios han generado enormes emisiones de dióxido de carbono, contribuyendo de manera significativa al calentamiento global. AI urgió a los mandatarios a asumir su responsabilidad en la lucha contra la crisis climática y a implementar medidas que puedan mitigar los efectos devastadores del fuego.
Bolivia entre los más afectados
En el caso de Bolivia, el fuego ha arrasado alrededor de cuatro millones de hectáreas, según datos oficiales, lo que representa una afectación proporcionalmente mayor en comparación con Brasil, dada la menor extensión territorial del país. A pesar de la magnitud del desastre, AI criticó que el gobierno boliviano no haya declarado la emergencia nacional hasta el 7 de septiembre, semanas después de que observadores y comunidades locales lo exigieran.
Este retraso en la respuesta ha sido cuestionado por la organización de derechos humanos, que considera que las autoridades bolivianas deben actuar con mayor celeridad para proteger a las comunidades afectadas y evitar que la situación empeore.
El panorama en la región
El resto de los países de la región también enfrenta una situación crítica. En Brasil, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) reportó 50.000 incendios forestales en lo que va de 2024, siendo el país responsable del 71,9% del total en la región. En Colombia, las autoridades informaron que en septiembre se han perdido casi 20.000 hectáreas de bosque nativo, mientras que Paraguay ha visto cómo más de 318.000 hectáreas de su territorio forestal han sido consumidas por el fuego.
AI alertó que estos incendios no solo afectan al medioambiente, sino que también ponen en peligro la vida y los medios de subsistencia de las comunidades indígenas y rurales, especialmente vulnerables al cambio climático.
Recomendaciones urgentes
Ante la magnitud del desastre, AI emitió una serie de recomendaciones urgentes a los gobiernos de la región, destacando la necesidad de eliminar gradualmente el uso de combustibles fósiles y de transformar el modelo de agricultura industrial. También hizo un llamado a garantizar la libre determinación de los pueblos indígenas, quienes juegan un papel clave en la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático.
Además, AI subrayó la importancia de que los países de la región ratifiquen el Acuerdo de Escazú, el primer pacto ambiental de América Latina que contiene disposiciones específicas para proteger a los defensores del medioambiente. A pesar de haber sido adoptado hace seis años, aún no ha sido ratificado por Brasil, Paraguay y Perú.
Eventos internacionales como oportunidad de cambio
Finalmente, AI señaló que los próximos eventos internacionales, como la COP16 en Colombia y la COP30 en Brasil, representan una oportunidad crucial para que los países de la región muestren su compromiso con la lucha contra el cambio climático. Estos foros serán claves para definir políticas globales que puedan frenar el impacto de los incendios y otras crisis ambientales que afectan al planeta.
La urgencia del momento exige que los gobiernos actúen de inmediato para evitar consecuencias irreversibles para la humanidad y el planeta.