Hoy, en el marco del Día de la Mujer Boliviana, se pone en relieve la difícil situación laboral que atraviesan muchas mujeres en el país, en medio de la crisis por la escasez de dólares y combustibles. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el 4,47% de las mujeres en áreas urbanas están desempleadas, una cifra superior a la tasa de desocupación masculina, que se sitúa en el 3,09%. Estas cifras reflejan una brecha persistente en el mercado laboral, en el que las mujeres enfrentan mayores dificultades para acceder a empleos estables.
Con una población femenina proyectada en más de 6 millones para 2023, este panorama laboral afecta a una gran parte de las bolivianas, muchas de las cuales encuentran empleo en el sector servicios. De hecho, el 44% de las mujeres en Bolivia trabaja en servicios o ventas, sectores que tradicionalmente ofrecen oportunidades a corto plazo pero que suelen estar marcados por la informalidad y bajos salarios. A esto se suma el 15% que se dedica a la industria manufacturera y el 12% que trabaja en empleos no calificados.
Brecha salarial y empleo por sectores
La brecha salarial entre hombres y mujeres en Bolivia es otro punto crítico. En el sector privado, esta brecha ha crecido, pasando del 3% en 2005 al 9% en 2023. El salario medio nominal de las mujeres en 2022 era de 4.795 bolivianos, una cifra que disminuyó a 4.735 bolivianos en 2023, en comparación con los 5.157 y 5.173 bolivianos que ganaban los hombres en los mismos periodos. Esta disparidad salarial subraya las dificultades que enfrentan las mujeres para alcanzar la equidad en el ámbito laboral, a pesar de desempeñar roles similares o equivalentes.
Además, el perfil ocupacional de las mujeres refleja la predominancia de sectores tradicionalmente feminizados: el 44% en servicios, el 11% como trabajadoras intelectuales o científicas, y solo un 7% como técnicas de nivel medio. Esta concentración en áreas de menor especialización y remuneración sigue limitando las oportunidades de desarrollo profesional y económico de muchas mujeres.
Financiamiento y microcréditos
En cuanto al acceso al financiamiento, las mujeres han logrado avances importantes. Según la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), hasta agosto de 2024, las mujeres recibieron 58.351 millones de bolivianos en créditos, de los cuales un 43% fueron microcréditos, destinados principalmente a pequeñas iniciativas económicas, muchas de ellas en el sector informal. Este tipo de créditos ha sido clave para impulsar el emprendimiento femenino, especialmente en sectores como la manufactura, agricultura y ganadería, que representan el 38% y 27% de los créditos productivos destinados a mujeres, respectivamente.
A pesar de estos avances, aún persisten desafíos. El acceso a créditos más amplios y especializados sigue siendo limitado para las mujeres, quienes en su mayoría dependen de microcréditos para desarrollar sus actividades económicas. Sin embargo, programas financieros como el Fondo de Garantía de Créditos para el Sector Gremial (Fogagre) y el Fondo de Crédito de Apoyo a Microempresas (Focremi) están ayudando a cambiar esta realidad al proporcionar herramientas para el empoderamiento económico de las mujeres.