El presidente Luis Arce indicó este domingo que la escasez de dólares y diésel en Bolivia se debe a varios factores interrelacionados, destacando principalmente la disminución en la producción de hidrocarburos y el aumento de las importaciones de combustibles. El mandatario identificó ocho causas que han afectado la economía del país, subrayando que la falta de inversiones en la exploración de pozos petroleros ha debilitado la industria, incrementando la dependencia del país en la importación de combustibles.
El jefe de Estado señaló que la demanda interna de diésel y gasolina ha crecido significativamente, mientras que los precios internacionales también han ejercido presión sobre las finanzas del país. A este escenario se suma el bloqueo en la Asamblea Legislativa de más de 1.000 millones de dólares en créditos externos, lo que ha agravado la situación. “Estamos enfrentando un sabotaje económico que nos afecta a todos”, expresó Arce.
Explicó que la caída en la producción de gas y petróleo ha reducido los ingresos en dólares, afectando no solo al sector público sino también al privado, que históricamente ha mantenido un déficit comercial. En 2023, este déficit alcanzó los 2.349 millones de dólares, lo que significa que el sector privado importa más de lo que exporta, incrementando la presión sobre las reservas de divisas.
El presidente propuso tres soluciones “estructurales” para resolver la crisis: invertir en la exploración de nuevos pozos petroleros, fomentar la producción de biodiésel mediante incentivos al sector privado y mejorar los mecanismos de exportación a través de acuerdos con el empresariado nacional. “Estas medidas permitirán aumentar la producción de combustibles y reducir nuestra dependencia de las importaciones”, sostuvo Arce.
Asimismo, el mandatario criticó el bloqueo legislativo que ha impedido el acceso a créditos internacionales, lo que ha generado un saldo negativo en las cuentas nacionales. En 2017, Bolivia recibía desembolsos por 2.397 millones de dólares y pagaba 577 millones en intereses, mientras que en 2023 esta situación se invirtió, con pagos de 1.047 millones y solo 332 millones en nuevos desembolsos.
“Este bloqueo económico es un acto de sabotaje que perjudica a la economía nacional. Estamos tomando medidas para resolverlo, pero necesitamos que el Legislativo apruebe los créditos que tanto el país necesita”, afirmó Arce, enfatizando que su gobierno ya está implementando un plan estratégico para superar estos desafíos y garantizar un futuro estable para las próximas generaciones.